El túnel de Vielha, en Lleida, de cinco kilómetros de longitud, fue calificado en una ocasión por la Comisión Europea como uno de los túneles menos seguros de Europa. En 2002 el Gobierno español decidió realizar una gran inversión en seguridad poniendo en marcha un plan de mejoras por valor de 300 millones de euros. Este proyecto incluía la creación de un túnel completamente nuevo situado cerca de la ubicación original y la instalación de un nuevo sistema de seguridad contra incendios por diluvio, el primero de este tipo en España.